jueves, 23 de diciembre de 2010

4 reflexiones y una canción sobre el poder, el corazón de los hombres y la red social en Facebook




Su ex novia ya está en Facebook, él puede ver su perfil, refresca la página y su foto, sus datos, su estado civil, sus contactos, sus últimas actividades, todo parpadea. El arreglo ya está hecho y armó el mapa del pasado y del futuro de Facebook: su amigo recobró sus créditos autorales, los hermanos remeros se llevan su plata, él es el creador y el mayor billonario joven del mundo. ¿Su Rosebud es una mujer? ¿Su Rosebud es el amor? No, es la manera por él diseñada de verle la cara a la única que le dijo lo que siempre sería: un idiota.

En la película Un oso rojo hay una línea que siempre recuerdo, aquella en la que el protagonista interpretado por Julio Chavez dice “toda la plata es robada”. Red social hace dos agregados a esta frase: la primera, todas las ideas son robadas. Mark toma de sus vínculos las ideas que lo llevan a armar su proyecto, el gesto que lo distingue es cómo estas ideas lo inspiran a crear una red de vínculos, este territorio del que es expulsado y que él usurpa. La segunda, como la estructura universitaria con sus castas, clases sociales, agrupaciones y tecnologías propias no solo impulsa y cobija el nacimiento de Facebook sino que le marca la forma que tendrá. Que los hermanos Wingklevoss se lleven una parte del dinero no es tan relevante como sí que simbólicamente la plata siempre termine circulando en los mismos ámbitos. O que pase a otras manos siempre y cuando no amenaza las reglas del juego que ayudaron a hacerla nacer.

Cuando los hermanos remeros le preguntan qué inventó Mark cuenta algo que creó en la secundaria, por lo que recibió ofertas de Microsoft y terminó subiendo gratis a la web. Unos minutos más adelante Mark toma medio millón de dólares y sube triunfal, algo temeroso y apenas avergonzado al escenario en que abandonará a su amigo, donde pondrá el dinero en manos de los que siempre manejan el dinero y transformará su creación en un monstruo de 500 millones de cabezas. Cambios sutiles, cambios radicales.

“Facebook no puede caer nunca” grita a su amigo y futuro ex Mark, mientras lo convoca a lo que será una emboscada. Que lo diga en los años previas a las caída brutal del sistema financiero norteamericano es simbólico: que todo caiga, que nada caiga, que se desmoronen los edificios, las hipotecas, las financieras y las aseguradoras pero que las imágenes que construyen las personas sobre sí mismas y espejan el mundo estén siempre ahí. La gente cae, los perfiles de las personas son mucho más difíciles de borrar. Eso también es Facebook, la creación de un relato ilusorio, una red de actividades, estados e ideas que funciona a condición de ser siempre.

La película cierra con Lennon cantando “How does it feel to be / One of the beautiful people? / Now that you know who you are / What do you want to be? / And have you travelled very far? / Far as the eye can see. / How does it feel to be / One of the beautiful people? / How often have you been there? / Often enough to know. / What did you see, when you were there? / Nothing that doesn't show. / Baby you're a rich man, / Baby you're a rich man, / Baby you're a rich man too. / You keep all your money in a big brown bag inside a zoo. / What a thing to do. / Baby you're a rich man…”

1 comentario:

  1. muy buena reflexion.
    a mi, una de las cosas que me gusto de la pelicula es como retrata un ligero cambio del paradigma de quien tiene la plata ahora (El pibe este, bille gates, steve jobs), gente que mas alla de quien tiene la idea que ya no es lo que importa, sino quien tiene el talento y conocimiento de llevarla a cabo. Los remeros son el viejo industrialismo, que no sabe que hacer con una computadora. Es un mensaje casi esperanzador que no solo tengas que ser un WASP, para llenarte de guita sino que tambien tengas que ser capaz de dialogar con una tecnologia, tener un conocimiento tecnico propio, etc..
    y todo atado al joven despechado, y al simbolo, como bien decis, a la rosebud, del objeto-simbolico perdido. hace una gran peli me parece.
    gran reflexion marten
    salu

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